No cabe duda que uno de los acontecimientos más importantes de la historia fue la revolución rusa. Marcó el inicio de un proyecto que se había ideado décadas antes, el proyecto comunista. Los primeros en intentarlo, los bolcheviques tras la caída de los Romanov, dando inicio a la superpotencia extinta más reciente de todas. ¿Te interesa conocer la historia de la Unión Soviética? Descubre la trascendencia y consecuencias de este colosal estado y su controvertida ideología.
La revolución Rusa de 1917
Nos remontamos al año 1917. El Imperio Ruso, al mando de Nicolás II de la casa los Romanov, estaba recibiendo una contundente derrota en el frente oriental durante la Primera Guerra Mundial. Importante resaltar que Nicolás dirigía el estado más extenso de la época, abarcaba desde Europa Oriental hasta la Siberia, llegando al Océano Pacífico.

A pesar de su colosal territorio, Rusia había quedado relegada con respecto a las potencias europeas. Su población sufría de hambre y estaba arrastrada a una cruenta guerra. Además no contaba con el poderío militar suficiente para hacer frente a las potencias centrales.
Como te imaginarás, un pueblo famélico y obligado a entregar su vida en una complicada guerra, es un pueblo iracundo. Esto vino de la mano del ascenso de una controversial ideología que se iba poniendo de moda en el continente, el socialismo. Y como toda ideología, sería acogida en ciertos partidos políticos. En el caso de Rusia, el Partido Obrero Socialdemócrata. Posteriormente conocido como el Partido Bolchevique cuyo líder fue el recordado Vladimir Lenin.
Estos sentimientos revolucionarios venían creciendo años atrás. Ya el régimen de Nicolás II había cedido al establecer la primera constitución y parlamento ruso, conocido como la Duma Imperial, luego de la revolución de 1905[1]. Pero nada de esto fue suficiente para apaciguar al pueblo.
Regresando a 1917, y con todo lo anterior, estalla la Revolución de Febrero en Petrogrado, actual San Petersburgo. En ella se consigue derrocar al zar Nicolás[2] y el poder queda dividido.
Por un lado, el Gobierno Provisional conformado por políticos liberales y socialistas moderados. Estos pretendía instaurar una democracia liberal y volver a la guerra con sus antiguos aliados.
Por el otro, los sóviets –asambleas de trabajadores, de ideología socialista radical, que velaban por los interesas de la clase obrera– dispersos por todo el país. El más importante de ellos fue el Sóviet de Petrogrado, cuyo líder más recordado fue León Trotski. Estos sóviets estuvieron en su mayoría dirigidos por integrantes del partido bolchevique.

Ante el distanciamiento entre los nuevos focos de poder, la revolución vuelve a estallar en octubre del mismo año, como un enfrentamiento entre ambas facciones. El Sóviet de Petrogrado, de la mano del partido bolchevique, logran derrocar al gobierno provisional. Los disidentes a la revolución bolchevique se agrupan en el Ejército Blanco, enfrentando al Ejército Rojo. La Guerra Civil Rusa, había comenzado.
Es importante resaltar que el Imperio Ruso estaba dividido en 36 estados según las diversas etnicidades del país. Estos estados fueron los predecesores de las repúblicas socialistas que han dado origen a los países actuales. Así como también las 22 repúblicas que aún se mantienen como sujetos generales de la actual Federación Rusa.
La Guerra Civil Rusa 1917 – 1923
Esta cruenta guerra, que se extendió a todos los territorios del antiguo Imperio Ruso, cobró un saldo de entre 3 y 5 millones de muertos. Ambos bandos tuvieron aliados temporales. Los sóviets de cada uno de los estados rusos apoyaron al ejército rojo. Mientras que los blancos tuvieron el apoyo de la intervención aliada y de los gobiernos separatistas.
Algunos países intentaron librar sus propias guerras de Independencia. Entre ellas destaca Polonia, quien logra derrotar a la República Soviética de Rusia y declarar la Segunda República Polaca. Otros países que consiguen su independencia, Finlandia, Letonia, Lituania y Estonia.
Los bolcheviques por su parte, logran la victoria en Rusia, Ucrania, Bielorrusia, el Cáucaso y en Asia Central. En 1922, cuatro de las repúblicas soviéticas, Rusia, Transcaucasia, Ucrania y Bielorrusia firman el Tratado de Creación de la URSS, afirmado por el Congreso Supremo de los Sóviets. La Unión Soviética había nacido.
El legado de Lenin 1923 – 1927

La guerra se extendería hasta 1923, con la derrota final del Ejército Blanco. De esta manera la Unión Soviética se consolida y anexa todos los territorios que no consiguieron su independencia.
Lenin, principal figura de la revolución, moriría en 1924 luego de intentar reestructurar la industria y la economía. Su legado, permanecería por siglos por medio de diversas escuelas de pensamiento y con el inicio del proyecto comunista en la URSS.
El ascenso de Stalin 1927 – 1939
Desde 1922 había subido en escena otro hombre clave, el georgiano Iósif Vissariónoivch Dzhugashvili, más conocido como Stalin. Este recordado personaje había escalado en política hasta conseguir el puesto del secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, sucesor del Partido Bolchevique.
Y es que Stalin gozaba de tal habilidad política, que poco a poco hizo que su propio cargo vaya obteniendo más poder desde la muerte de Lenin. Con ello comenzó a reprimir a sus opositores dentro del Partido Comunista. Este fue el caso de Tortski, a quien mandó al exilio hasta asesinarlo en México en 1940.

La represión del partido no se limitó a sus rivales políticos, sino también a todos los ciudadanos opositores del régimen socialista. Mediante la creación de los famosos GULAG, campos de trabajos forzados, se perpetraron graves violaciones a los derechos humanos. Se estima que el número de muertos entre 1930 y 1956 fue de más de un millón y medio de personas.
En cuanto a las reformas económicas, se basaron en planes quinquenales basados en la Teoría de las Fuerzas Productivas y ayudaron al desarrollo de la industria. Con ello se consiguió la industrialización del país llevándolo a convertirse en una potencia militar. Estos planes estaban basados en los ideas socialistas. Una fuerte intervención del estado en la economía, la limitación de la propiedad privada y la posesión de los medios de producción.
En cuanto a política internacional, se formó un sentimiento anticapitalista. Aunque la principal ideología rival fue el ascendente nazismo, lo que se ve plasmado en el apoyo soviético durante la Guerra Civil Española al bando republicano. A pesar de lo anterior, la Unión Soviética firma un pacto de no agresión con la Alemania Nazi, el Ribbentrop-Mólotov (1939).
Llegamos a las vísperas de la Segunda Guerra Mundial, en un momento en que los bandos ya estaban armados y las tensiones en el viejo continente alcanzaban su máximo esplendor. Por su parte, los soviéticos querían retomar sus territorios perdidos. Así también, bajo el acuerdo con Alemania, repartirse Polonia. Estonia, Letonia y Finlandia caerían bajo influencia soviética.
La URSS en la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945
Con la invasión de Polonia por ambos frentes, se da inicio a la Segunda Guerra Mundial. Luego de esta exitosa ocupación, la URSS intenta ocupar Finlandia tras el Incidente de Mainila[3]. Dando inicio a la Guerra de Invierno. La URSS consigue arrebatar cierto territorio finlandés. Sin embargo, su reputación fue mermada, pues un país tan pequeño como Finlandia pudo repeler sus ataques y hacerle la guerra.
Esto daría la confianza a Hitler, quien había conseguido constantes victorias en el frente occidental, para romper el Pacto Ribbetrop-Mólotov e invadir la Unión Soviética de Stalin, su rival comunista, con la operación barbarroja, iniciada en junio de 1941[4]. El frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial se había activado.

Este frente destaca por ser uno de los episodios más mortíferos de la guerra. Se calcula ocho millones y medio de muertes del bando soviético y casi tres millones en el bando alemán. También destaca la Batalla de Stalingrado, considerada la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad con más de dos millones de muertes. Además significó el punto de inflexión de la Alemania Nazi al comenzar aquí su retroceso luego de haber ocupado gran parte del territorio soviético.
Pero la estocada final se daría con la Batalla de Berlín, en la que los soviéticos llegan a invadir la capital alemana en mayo de 1945. Este acto sella el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el suicidio de Hitler, la caída del Tercer Reich y la división del Territorio Alemán en esferas de influencia occidental y soviética[5].
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial se reúne Stalin con los líderes de los países aliados en la Conferencia de Yalta. Tras los acuerdos Europa sería dividida por el recordado Telón de Acero, dentro del que los países del este entran bajo influencia soviética. Esto marca el inicio de la Guerra Fría, con el ascenso de dos superpotencias con ideologías opuestas: Estados Unidos, capitalista y la Unión Soviética, socialista.
El inicio de la Guerra Fría 1945 – 1953
Los primeros años de la Guerra Fría, se caracterizaron por la ayuda soviética a los países del bloque del este para la reconstrucción, a la par que los convertía en estados satélites. Este hecho fue plasmado con la fundación del Pacto de Varsovia, alianza militar que sería la contraparte de la OTAN, liderada por Estados Unidos.
En cuanto a lo económico, la URSS fundó el Consejo de Ayuda Mutua económica. Con ello fue incorporando a diversos países que iban adoptando la ideología comunista. Este bloque ayudaría al ascenso de un gran aliado, el Partido Comunista Chino de Mao Zedong con el gigante asiático.
La era Jruschov 1953 – 1964
Stalin moriría en 1953, con lo que se da inicio al mandato de Nikita Jrushchov, uno de los dirigentes más recordados de la Guerra Fría. El nuevo gobernante tendría que enfrentar la ruptura diplomática con la China Comunista debido a conflictos de intereses y de interpretación del marxismo. Esto significó la rivalidad entre las dos naciones por la supremacía mundial comunista.
Jrushchov también enfrentaría diversas guerras proxys, elemento clave durante la Guerra Fría[6]. Estos eran conflictos indirectos con Estados Unidos en territorio extranjero, con la finalidad de seguir expandiendo su influencia. Uno de los más representativos fue la Guerra de Vietnam. El cual significó uno de los peores reveses de Estados Unidos y la expansión del comunismo en la región.

Probablemente, el momento más cercano a la explosión de una guerra entre ambas superpotencias, fue durante la crisis de los misiles de Cuba. Ocurrió luego que Estados Unidos descubriera misiles nucleares en territorio cubano. Afortunadamente, esta crisis se pudo resolver por la vía diplomática y ambos países se comprometieron a retirar los misiles en sus países aliados. Además implementaron el “teléfono rojo” para una comunicación directa entre Washington y Moscú.
A la carrera ideológica, política, militar, económica e incluso deportiva, se suma la carrera espacial. La URSS se adelanta con el envío del primer ser humano al espacio exterior, Yuri Gagarin.
A pesar de estos avances, las reformas de Jrushchov en agricultura y administración fueron improductivas, por lo que sería forzado a dimitir en 1964.
El Estancamiento Brezhneviano 1964 – 1985

La siguiente figura al mando de la URSS sería Leonid Brézhnev. Con él se comenzó un periodo conocido como el estancamiento brezhneviano, en el que ocurrió una notable desaceleración socioeconómica en la URSS. El País se iba quedando relegada ante la prosperidad de los países capitalistas y el continuo crecimiento de la influencia estadounidense.
Por más que el nivel de represión y censura en general había disminuido desde la muerte de Stalin, la URSS sigue buscando mantener su influencia por la fuerza. Se hace evidente en la invasión a Checoslovaquia quien buscó reformas liberales durante la Primavera de Praga.
Ante tremenda desaceleración, Brézhnev inició un periodo de Détente con occidente, es decir, una reducción de tensiones con Estados Unidos por medio de acuerdos diplomáticos. También será recordado por aprobar la cuarta y última constitución de la URSS. A la muerte de Bréhznev en 1982, el estancamiento continuó durante los gobiernos sucesores de Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko.
Gorvachov y Yeltsin: El ocaso de la URSS 1985 – 1991
Llega al poder un nuevo líder, Mijail Gornachov. Estamos en la década de los 80, cuando era cada vez más evidente el desmoronamiento de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética. Por tal motivo, Gorbachov aplicó dos recordadas reformas en los ámbitos político y económico.
Con la perestroika, la economía soviética sufrió una reforma que incentivó la liberalización de los precios, escapando algo de la esencia socialista. Así mismo, el glasnost buscó liberalizar el sistema político y atenuar la libertad de expresión. Después de esto, el stalinismo comenzaba a ser fuertemente cuestionado por todo el país. La diferencia del desarrollo entre los países al este y oeste del telón de acero era sumamente notoria.
A las desventuras de la URSS se suman acontecimientos tanto internos como externos que la siguen hundiendo. Internos, como el incidente de Chernobyl, considerado el accidente nuclear más grave de la historia. Ocasionó que gran parte de la economía soviética se vaya en contrarrestar los catastróficos efectos de este desastre.
Externos, como la caída del muro de Berlín, que significó la reunificación alemana y la desaparición del telón de acero. La guerra fría iba terminando con el bloque capitalista al mando de Estados Unidos como el claro vencedor.
Ante la inestabilidad política, algunas repúblicas comienzan a organizar referéndums para su independencia, según el artículo 72 de la constitución soviética. Las primeras en querer irse, las repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania.

Como reacción, Gorvachov convoca un referéndum para la preservación de la Unión Soviética. Resultó en una mayoría que optó por su conservación, sobre todo en las repúblicas de Asia Central. Sin embargo, ante un tratado secreto, en el que reemplazarían la URSS por una Unión de Estados Soberanos, surge un intento de Golpe de Estado en 1991.
Este golpe, organizado por la línea dura del Partido Comunista, ocurre mientras Gorvachov estaba de vacaciones. A pesar de haberlo depuesto por un breve tiempo, el entonces presidente del Sóviet de Rusia, Boris Yeltsin, logra calmar los ánimos de la población en su memorable discurso. Con ello logra frustrar el golpe de estado, y de paso relega a Gorvachov en su imagen como líder.
Muchos consideran que este hecho fue la estocada final de la Unión Soviética. Ya sin ninguna facción que vele por su integridad, las diversas repúblicas continúan declarando su independencia. Por su parte, en diciembre de 1991, los presidentes de las Repúblicas de Rusia, es decir Yeltsin, Ucrania y Bielorrusia firman el tratado de Belavezha. Así se disuelve oficialmente la URSS en favor de la Comunidad de Estados Independientes, a la que se unieron algunas de las ex repúblicas soviéticas ya independizadas.
Con esto, Gorvachov presenta su renuncia, mientras que Yeltsin se queda como presidente de la sucesora Federación Rusa. El 25 de diciembre de 1991, la bandera soviética es arriada del Kremlin, siendo la bandera imperial rusa izada al día siguiente. Y con esto, se esfuma el último rastro de aquella superpotencia pionera en poner en práctica el proyecto comunista.
¿Y tú qué opinas de la historia de la Unión Soviética? ¿Te parece que de alguna manera ha dejado algún legado positivo para la humanidad? ¡No te olvides de dejar tu comentario!
Notas
- ↑ Antecedentes revolucionarios ya se venían viendo desde el siglo XIX, tales como la Revolución decembrista, que a la larga tuvieron efectos como la abolición de la servidumbre.
- ↑ Nicolás II y su familia serían asesinados, por tropas bolcheviques, luego de su exilio, en julio de 1918 en Ekaterimburgo.
- ↑ Incidente en el que se culpa a Finlandia de un tiroteo en este pueblo al norte de Leningrado. Es considerado como un ataque de falsa bandera, es decir, una excusa falta de la URSS para entrar en conflicto.
- ↑ En la historiografía soviética, esta guerra se conoció como la Gran Guerra Patria, debido a la importancia nacionalista que trajo esta guerra.
- ↑ La URSS también participó en el fin de la guerra en Asia, mediante la invasión a Manchuko durante la Operación Tormenta de Agosto, que contribuyó a la rendición japonesa.
- ↑ Stalin ya venía enfrentando algunas guerras frías tales como la Guerra de Corea y la Guerra Civil Griega.