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    La Antártida ¿A quién pertenece este continente?

    No cabe duda que de todos los continentes, la Antártida es el que más peculiaridades presenta. No solo es el más frío y seco de todos, sino también el último en ser descubierto. Además, por muy de lejos el más deshabitado e inexplorado de todos. Pues claro, con el 98% de su territorio cubierto de hielo, la habitabilidad debe ser sumamente dura.

    Entrando a nuestro tema, es también el continente más pacífico, pues es el único en donde nunca se ha registrado una guerra a pesar que; es reclamada por siete países, dos que se guardan la reserva del caso y 30 que cuentan con alguna base. Entonces, ¿No hay recursos por los que las potencias pongan los ojos en este gélido continente? ¿Te interesa conocer su historia?

    Historia Geológica de la Antártida.

    Primero, hablemos brevemente de geología. La Antártida formó parte del supercontinente Gondwana. Este se desfragmentó de Pangea entre finales del periodo Triásico, y comienzos del Jurásico, es decir, hace unos 200 millones de años. Gondwana estuvo compuesto por las masas continentales de Sudamérica, África, Australia, Zelandia, el Indostán y la Antártida.

    Asimismo, este supercontinente también se comenzó a desfragmentar. África se separa unos 160 millones de años antes, seguido por el subcontinente indio, unos 125 millones. Hacia el final del periodo Cretácico, hace unos 70 millones de años, la Antártida comienza su separación de Australia, la última parte que aún estaba unida a ella. Para esto, la Antártida aún tenía un clima y flora subtropicales además de fauna marsupial.

    Sin embargo, las corrientes latitudinales aceleraron el aislamiento de ambos continentes. Hace unos 23 millones de años, el ya surgido pasaje de Drake entre la Antártida y Sudamérica se siguió abriendo. Ello dio origen a la corriente Circumpolar Antártica, de aguas relativamente frías, que terminaron de aislar el continente. Además contribuyó -junto con el descenso de la latitud- al paulatino enfriamiento del mismo.

    Primeros Avistamientos (Siglo XVII – XVIII)

    En fin, con esto ya sabemos cómo la Antártida se aisló tanto de los otros continentes. Pensar que desde el inicio de la humanidad, este territorio pasó inexplorado por miles de años. A pesar de esto, filósofos griegos se cuestionaban la existencia de una Terra Australis Ignota. Incluso fue cartografiada en los mapas europeos desde el siglo XV, aunque para eso ningún ser humano la había avistado aún.

    Hielo vidrioso en costas de la antártida.

    Sin embargo, con la llegada de los europeos a Australia, a mediados del Siglo XVII, fue considerada como esta tierra incógnita inexplorada. Sin embargo, el navegante español Gabriel de Castilla ya había vislumbrado la Antártida en el año 1603. Aunque claro, su contribución al conocimiento geográfico fue ignorado por mucho tiempo.

    Un siglo y medio después, el siguiente en aproximarse al gélido continente fue el británico James Cook. Este llegó a cruzar el círculo polar antártico en 1773, aunque sin avistar tierra firme, quedándose a 120 kilómetros de la costa.

    Primeras Exploraciones (1820 – 1900)

    Los siguientes en acercarse a la Antártida fueron Fabian Gottieb y Mijaíl Lázarev. Ellos estuvieron al mando de una expedición rusa para la circunnavegación del globo en 1820. Llegaron así a 32 km de la Tierra de la Reina Maud.

    Esta última ocurrió tres días antes de la expedición del irlandés Edward Bransfield, para la corona británica. Por ello usualmente se les considera a ambos como codescubridores de la Antártida durante 1820. Asimismo, el cazador de ballenas estadounidense Nathaniel Palmer llega a las Islas Orcadas del Sur 10 meses después. Algunos también lo incluyen en el grupo de los codescubridores. Sí, 1820 fue el año de descubrir la Antártida.

    Durante el resto del siglo se continuaron haciendo exploraciones del continente, aunque sin ningún asentamiento permanente por las hostiles condiciones de vida. Algunas de ellas, la del francés Jules Dumont D’Urville, quien llegó a las Islas Balleny en 1840. Y la del estadounidense Charles Wilkes, quien descubrió parte de la costa oriental que se bautizó con su nombre.

    La barrera de hielo de Ross en la Bahía de las Ballenas. Tengan en cuenta a los humanos para comparar el tamaño de esta.

    Un año después, el británico James Clark Ross descubre el mar adyacente entre la Tierra de Victoria y de Marie Byrd, al que bautizaron también con su nombre. Así también llegaron a la gran barrera de hielo adyacente a este mar, que cuenta con una superficie de 487 mil kilómetros. Sí, un campo de hielo entero del tamaño de Turkmenistán.

    El inicio de las expediciones científicas (1900 – 1940)

    Durante el Siglo XX se dan nuevas exploraciones. Como la Expedición Discovery de Robert Falcon Scott, en nombre de la corona británica, entre 1901 y 1904. En ella consiguieron grandes hallazgos científicos en zoología, meteorología y magnetismo, siendo considerada como la precursora para futuras expediciones de índole científica.

    En 1902, una expedición sueca va con el mismo propósito dirigida por el geólogo Otto Nordenskjold. Lamentablemente, esta termina en el primer gran incidente en el continente. En esta se hunde el buque de la expedición y su tripulación, que incluía geólogos argentinos, quedando todos atrapados en el continente. Afortunadamente, pudieron ser rescatados luego de sobrevivir ante las bajas temperaturas.

    Hacia 1911, siguieron más expediciones científicas como la noruega dirigida por Roald Amundsen. Fue la primera en llegar al polo sur geográfico, es decir, el punto más austral del planeta, equivalente a la latitud 90 grados sur. Durante las siguientes décadas, y con el avance de la tecnología, se comienzan las exploraciones aéreas. El australiano Hubert Wilkins es el primero en sobrevolar la costa antártica por la Tierra de Graham.

    El inicio de las reclamaciones territoriales 1940 – 1961

    Ya hablamos de muchas expediciones, pero ¿qué hay de la soberanía? A partir del siglo XX comienzan también las reclamaciones territoriales. El primero es el Reino Unido, seguido por Chile y Argentina casualmente reclamando territorios superpuestos, con lo que inician las controversias desde 1940. Esto hace que el Reino Unido lance la Operación Tabarín, en la que estableció bases permanentemente ocupadas en 1943.

    Omond House - Isla Laurie
    La cabaña de piedra, conocida como Omond House, fue erigida en 1903 en la isla Laurie en las Islas Orcadas del Sur para albergar a miembros de la expedición antártica nacional escocesa de 1902-1904, liderada por William Bruce.

    Con la autonomía de Australia y Nueva Zelanda, el Reino Unido traslada a estos los territorios antárticos reclamados. En vista que varias expediciones se hicieron desde estos países. Francia reclama una porción luego de haberse establecido hacia 1924 en varias islas adyacentes. Por su parte, Noruega, quien había emprendido varias expediciones científicas y se había establecido en la Isla Bouvet, reclama su porción desde 1939.

    Otro país que intentó reclamar territorio antártico fue la Alemania Nazi durante la expedición de 1838. Nombró una porción de la Tierra de la Reina Maud como Nueva Suabia. Según algunas teorías conspirativas, algunos nazis se habrían escapado aquí tras la segunda guerra mundial para evitar sus juicios. Según las historias sobrevivirían gracias a unos oasis que proporcionaban calor y energía.

    Importante resaltar los incidentes entre los 40’ y 50’ cuando ya varios países reclamaban territorio antártico. Las principales escaramuzas se dieron entre Chile, el Reino Unido y Argentina. Entre estos dos últimos destacan los Incidentes de la bahía Esperanza y la isla decepción en 1952 y 1953 respectivamente. Afortunadamente no llegaron más allá que disparos de advertencia.

    Por lo anterior, el Reino Unido presentó demandas contra los dos países ante la Corte internacional de Justicia en 1955, exigiendo la invalidez de las reclamaciones de ambos. A esto se suman actividades militares como las de Estados Unidos durante la Operación Highjump. Como te imaginarás, esto llamaría la atención de los soviéticos en plena guerra fría. Los mismos que también tenían instaladas bases de investigación. Sí, era hora de negociar para evitar conflictos.

    El que tomó la iniciativa fue el presidente estadounidense Eisenhower. Convocó a la Conferencia Antártica de 1958, a la que asistieron los doce países que en ese entonces tenían expediciones científicas activas en la Antártida. Las ideas más aceptadas puestas sobre la mesa fueron la libertad de investigación científica para todos los países, el uso pacífico del continente, así como su desmilitarización.

    Desde el Tratado Antártico (1961 – actualidad)

    Tras ello, los doce países asistentes a la conferencia firman el Tratado Antártico de 1961. Sin embargo, dejaron puerta abierta a que cualquier miembro de la ONU pueda firmarlo, llegando a cincuenta y cuatro signatarios hacia el 2019. Asimismo, el tratado tiene vigencia indefinida y está abierto a enmiendas según la unanimidad de los miembros consultivos.

    En el tratado se estipulaba la prohibición de actividades militares. Sin embargo los siete países que reclamaron soberanía territorial antes de la firma del mismo podrán mantenerlas mientras el tratado siga en vigencia. Por tal motivo, ningún país podrá hacer nuevas reclamaciones a la par que los siete países no podrán extender las suyas.

    Base permanente perteneciente a Argentina.
    Base permanente perteneciente a Argentina.

    A pesar de lo anterior, las dos superpotencias del momento se reservaron el derecho en realizar reclamaciones territoriales en el futuro. Es decir, Estados Unidos y la URSS, actualmente Rusia. De los posteriores signatarios del tratado, veintinueve han conseguido el estatus de miembros consultivos, por lo que tienen derechos decisorios. Mientras que otros 25 países son considerados miembros adherentes sin derecho a votar.

    También es importante agregar que hasta la fecha se han establecido 65 bases científicas de 30 países, respetando lo estipulado del tratado acerca de la libertad de investigación científica. Con todo esto, grandes avances científicos se han podido lograr gracias a la mediación diplomática que ha evitado conflictos innecesarios. Al menos hasta ahora.

    ¿Y tú qué opinas? ¿Te parece que las reclamaciones territoriales de la Antártida se deberían reabrir? ¿Crees que algún día esta estable paz se vea amenazada ante algún conflicto por el continente gélido? No te olvides de dejar tu comentario.


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